AFRODISÍACO del griego aphrodisiakós' de Afrodita'.

Invocando el nombre de la diosa griega del amor, el término hace su aparición en el vocabulario científico del siglo XVIII. En italiano se encuentra a menudo un primer testimonio en la obra del médico y naturalista Giovanni Targioni Tozzetti: en los albores de la medicina moderna se aprovechó inmediatamente del frente de interés de los mecanismos que regulan la excitación sexual, y sobre las sustancias que pueden estimularlo (más allá de los filtros de los charlatanes, todavía en la cresta de la onda). Hoy el discurso sobre el afrodisíaco se ha convertido en algo totalmente gastronómico. Innumerables estudios rebotan en innumerables noticias, llevando rigurosamente al conocimiento del gran público la prueba probada de que las ostras son afrodisíacas, como también trufas, chocolate, jengibre - e incluso la polenta. Pero se trata de provenza, que nos lo dejan en el tiempo, porque la sexual es una función compleja, sobre la cual pueden actuar indirectamente una infinidad de factores. Queremos descubrir estos alimentos y estos factores relacionados con la sensación de alimentos y bebidas llamadas afrodisíacas.