Es un dulce esponjoso de origen medieval con forma de torta o roscón que los padrinos o abuelos regalan a sus ahijados en Semana Santa. Este dulce suele comerse acompañado de #chocolate, #huevo duro y #longaniza seca. La mona de Pascua llevaba encima tantos huevos duros como años tenía el ahijado, hasta un máximo de 12. Es una tradición que simboliza que la Cuaresma y sus abstinencias se han acabado. La mona se come el domingo y el lunes de Pascua y, ocasionalmente, el martes de Pascua y el lunes de San Vicente, en el caso valenciano.
La palabra mona proviene del árabe munna, que era un dulce que se regalaba a los señores en la época morisca.
Esa mona de Pascua ha evolucionado con el paso de los años, y ahora los huevos duros de las monas tradicionales se han sustituido por huevos de chocolate. La mona tradicional es aquella que tiene forma de huevo, pero realmente se hacen monas con todas las formas y decoraciones posibles. En la zona mediterránea, donde la tradición está más firme que en cualquier otra parte de España, son habituales los concursos entre pastelerías para ver quién hace la mejor y la más grande mona de Pascua.
También es habitual hacer una tarta, generalmente de chocolate, cubrirla con chocolate fundido y coronarla con huevos de chocolate, plumas y pollitos en miniatura.
¿De dónde proviene la tradición de regalar la mona de Pascua?
La existencia de la 'mona' entendida como un manjar dulce propia del día de Pascua Florida está documentada al menos desde el siglo XV, aunque se sospecha que es más antigua. La forma y composición de este pastel ha variado mucho con el tiempo, antiguamente cuando se hacía en casa, tenía forma de roscón y era hecha con pasta de pan, posiblemente algo más amasada y enriquecida. Hasta bien entrado el siglo XX se ponían huevos duros con la cáscara pintada, uno por cada año del niño al que le era entregada. En algunos lugares el pastel tenía forma de muñeco con las piernas abiertas y con el huevo en la boca o en el vientre, lo que algunos han interpretado como la supervivencia de un antiguo culto a la fecundidad. A partir del siglo XIX las monas del Principado, ya estaban hechas con una base de bizcocho, mantequilla y chocolate, y adornadas con penachos, fruta confitada y huevos u otras figuras de chocolate.
Una tradición con diferentes raíces posibles.
Etimológicamente, las pistas nos llevan al árabe antiguo, donde por 'Muna' se entendía un tributo de arrendamiento de tierras que se pagaba con tortas, productos agrícolas y huevos duros. Del árabe pasó al latín, donde la ofrenda tomó el nombre de 'Monu' que significa (Regalo u Ofrenda). En latín también existe la palabra ‘munda’, palabra con que se conocían las cestas adornadas y llenas de objetos, particularmente tortas y pasteles, que los romanos ofrecían a Ceres durante el mes de abril.
Actualmente, en los Países Catalanes sigue siendo costumbre comer algún tipo de torta o pastel exclusivo de Pascua. En Cataluña y también en Valencia, está muy arraigado el hábito a cualquier edad de ir a comer la mona en grupos de amigos en el campo, coincidiendo generalmente con los primeros días del buen tiempo.
Elaboración y variedades.
Generalmente eran redondas. Inicialmente, la mona era una masa de torta elaborada con azúcar, y otras golosinas, con huevos duros encima, pero solamente en Cataluña (no en Valencia) con el tiempo los huevos se volvieron de chocolate y se convirtieron en la base de la mona.
Tradicionalmente se elaboraba con tantos huevos como años tenía el niño, aunque la mona nunca superaba los doce huevos, pues sólo se regalaba hasta que los niños hacían la primera comunión (antaño efectuaba los 12 años). En el País Valenciano y Murcia, en cambio, no evolucionó y aún mantiene la forma original de un bollo con el huevo duro encima.
La receta es conocida desde el siglo XV y no llevaba chocolate. El chocolate se añadió en el siglo XVI, con la llegada del cacao que venía de América.
En Valencia.
Actualmente en Valencia la mona de Pascua se puede encontrar con un huevo duro encima o con un montón de clara de huevo, que se cuece con la misma prisa del mono, lo que deja una especie de capuchón. Al mismo País Valenciano hay lugares donde la mona es típica todo el año, sin el huevo duro encima, y puede recibir nombres como #tonya, #Panou, pan achicharrado, coca boba y otros nombres.
En Cataluña y Aragón oriental.
La mona tradicional, en Cataluña y Aragón oriental, tiene generalmente forma de rosco. Hay variedades más sencillas hechas de bizcocho, yema, chocolate, etc., en forma de rosco sólo con huevos, aguantado por unas tiras de pasta y, si conviene, pintadas.
La presencia del huevo de Pascua, está presente en toda Europa, desde Inglaterra hasta Ucrania, como símbolo de la fecundidad y la multiplicación de las especies.
La evolución de los huevos de chocolate, surgen otras ideas cómo casitas, pelotas de fútbol y las caras de los personajes de dibujos animados más populares.
Comments